SOBRE
LA OSTIA

Dicen que en Madrid hay bares… y luego está LA OSTIA.

Un proyecto que empezó a tomar forma en 1985, año de nacimiento de nuestro fundador: un apasionado de la noche, de la hostelería y del buen ambiente, que con los años se convertiría en propietario de varios locales emblemáticos de la ciudad a través del Grupo Clubbers Tours.

 

Aunque no nació en España, Madrid le abrió las puertas y él supo devolver ese cariño llevando lo mejor de nuestra cultura más allá de nuestras fronteras.

Fue uno de los pioneros en llevar la esencia festiva española a Punta del Sol, exportando ese espíritu alegre, vibrante y desenfadado tan nuestro.

 

Arriba: Madrid de toda la vida

 

La planta superior es un homenaje a los bares madrileños del siglo XX:

madera auténtica, azulejos clásicos, fotografías antiguas y esa atmósfera castiza que huele a historia.

Aquí se brinda, se conversa, se ríe y se vive con el alma abierta, como en los bares de siempre, esos que forman parte de la memoria de toda una ciudad.

 

Abajo: la otra cara de la noche

 

Bajas las escaleras y entras en un mundo completamente distinto:

reservados elegantes, zona VIP, luz suave y un ambiente íntimo para quienes buscan discreción, reuniones privadas o simplemente una noche especial.

Es la versión más actual, sofisticada y cosmopolita de Madrid.

 

Coctelería de autor y cachimbas premium

 

En LA OSTIA creemos que un gran bar se distingue por los detalles.

Nuestra coctelería combina técnicas modernas con sabores clásicos, ofreciendo cócteles de autor y mezclas únicas que ya son parte de nuestra identidad.

 

Además, contamos con cachimbas super premium, tabacos importados y un servicio de primera pensado para quienes valoran la calidad y el confort.

 

¿Por qué “LA OSTIA”?

 

Porque necesitábamos un nombre con carácter.

Un nombre que sonara a Madrid, a espontaneidad, a ese “¡Madre mía, qué maravilla!” que se te escapa cuando algo te sorprende.

Un nombre que cualquiera pueda decir al entrar por primera vez:

— “¡Esto es LA OSTIA!”

 

Desde 1985 — el año que marcó el comienzo de la historia de nuestro fundador — hasta hoy, seguimos con la misma misión:

crear experiencias únicas, celebrar la vida y mantener viva la esencia de esta ciudad que nunca pierde el ritmo